En términos generales, el ciclo de vida del producto es una herramienta de administración
de la mercadotecnia que permite conocer y rastrear la etapa en la que
se encuentra una determinada categoría o clase de producto, lo cual, es
un requisito indispensable para fijar adecuadamente los objetivos de
mercadotecnia para un "x" producto, y también, para planificar las
estrategias que permitirán alcanzar esos objetivos.
En términos más específicos, el ciclo de vida
del producto tiene diversas definiciones; razón por
la que se incluyen las siguientes propuestas de diversos
expertos en temas de mercadotecnia:
- Según Hair, Lamb y McDaniel, el ciclo de vida del producto es
un concepto que proporciona una forma de rastrear las etapas
de la aceptación de un producto, desde su introducción
(nacimiento) hasta su declinación (muerte) [1].
- Para Stanton, Etzel y Walker, el ciclo de vida del producto consiste
en la demanda agregada por un tiempo prolongado de todas
las marcas que comprenden una categoría de producto genérico [2].
- Según Richard L. Sandhusen, el ciclo de vida del producto es
un modelo que supone que los productos introducidos con éxito
a los mercados competitivos pasan por un ciclo predecible
con el transcurso del tiempo, el cual consta de una serie de etapas
(introducción,
crecimiento, madurez y declinación), y cada etapa plantea
riesgos y oportunidades que los comerciantes deben tomar
en cuenta para mantener la redituabilidad del producto [3].
- Para Kotler y Armstrong, el ciclo de vida del producto (CVP) es el curso de las ventas y utilidades de un producto durante su existencia [4].

En síntesis, el ciclo de vida del producto es
el conjunto de etapas (introducción, crecimiento, madurez y declinación)
por las que atraviesa una categoría genérica de productos;
y cuyos conceptos son utilizados como una herramienta de
administración
de la mercadotecnia para conocer y rastrear la etapa en la
que se encuentra una determinada categoría de productos, con la
finalidad, de identificar con anticipación los riesgos y oportunidades
que plantea cada etapa para una marca en particular.
En este punto, cabe señalar que el concepto del Ciclo de
Vida del Producto (CVP) no es una herramienta que se aplica
a una marca individual; sino a una categoría genérica
del producto (autos, televisores, microprocesadores, etc...).
Por tanto, una de las tareas cruciales que tienen los mercadólogos
consiste en identificar la etapa por la que está atravesando
la categoría
genérica en la que se encuentra su producto, para luego,
planificar aquello que se hará para enfrentar los
riesgos que plantea cada etapa, al mismo tiempo que se
aprovechan las oportunidades que ofrece.
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